La oración es acerca de nuestra relación con Dios. Como buenos mayordomos de la oración, reconocemos con gratitud la presencia de Dios en nuestra vida. Al nutrir esta relación, somos capaces de mantenernos conectados y entender la voluntad de Dios para nuestra vida.
Como discípulos de Jesús, cuidamos esta relación de dos maneras. Nos esforzamos por participar en la oración personal todos los días. Nuestra oración puede ser de acción de gracias, alabanza, petición o perdón. Como buenos mayordomos de nuestro tiempo, volvemos a Dios parte de cada día que se nos ha dado tan amablemente.
Como Iglesia, el Cuerpo de Cristo, también oramos juntos. El centro de nuestra oración comunitaria es la Eucaristía. Nos reunimos cada fin de semana y en días santos para escuchar la palabra de Dios y recibir a Jesús en la Eucaristía. Al reunirnos como comunidad, honramos al Creador de todas las cosas, recibimos a Jesús que nos da energía y fuerza para ser capaces de apoyarnos y cuidarnos unos a otros.
Nuestra parroquia también ofrece otras maravillosas oportunidades para ser mayordommos de nuestra relación con Dios, sobre todo a través de la Adoración Eucarística.
<<En nuestras visitas y adoración del Santísimo Sacramento, experimentamos la cercanía del buen Pastor, la ternura de Su amor, la presencia de un amigo fiel. >> (Papa Francisco)
La oración es la fundación para llegar a ser el mayordomo que Dios quiere que seamos en todos los ámbitos de nuestra vida. Somos personas agradecidas y respondemos alimentando nuestra relación especial con nuestro Creador.
Para más información sobre la Adoración Eucarística de la Parroquia Reina de los Apóstoles haga clic aquí.