Posted on octubre 18, 2024 View all Carta del Párroco
Queridos parroquianos:
El evangelio de este domingo es una exhortación al servicio y a hacer un autoexamen sobre nuestro servicio frente a Dios. Una de las tentaciones más grandes en las que los seres humanos caemos con facilidad son la gloria, el poder, el reconocimiento; siempre buscamos que nos valoren por nuestras capacidades, por nuestro trabajo, por nuestro carácter, incluso por nuestro servicio al prójimo.
A veces es difícil escapar de esta tentación; quizá necesitamos, de vez en cuando, recargar las pilas de la autoestima para mantenernos en medio de las tormentas de la vida. Pero desde el punto de vista cristiano hay que ir más allá. Santiago y Juan no sabían lo que pedían cuando pedían sentarse a la derecha y a la izquierda del Reino de Dios, esto, como reconocimiento a la respuesta del llamado de Jesús, hasta este momento no habían entendido su misión y lo que significa el servicio. Jesús les aclara las cosas después de ver que los otros estaban comenzando a protestar “El que quiera ser grande, que sea vuestro servidor; y el que quiera ser primero, sea esclavo de todos: (Mc. 10,43-44)
Servir conlleva sufrimiento y sinsabores. Porque servir, constante y continuamente, en el día a día, en la familia, en el trabajo… conlleva sufrimiento. Todo aquel que sirve y se entrega con alegría y desde el amor sabe de la cruz que conlleva servir; y como ejemplo le podemos preguntar a los misioneros, a los médicos y enfermeras, a los docentes, a los que trabajan con un discapacitado, a las hijas que cuidan a sus padres ancianos, a los padres y madres que luchan por sus hijos, a la esposa o esposos con su cónyuge enfermo de alzhéimer… y tantas y tantas personas que entregan su vida a servir. Servir significa dar hasta que duela y hacerlo por amor. Pidamos el don del amor con todas nuestras fuerzas y dejemos obrar al Señor en nosotros.
También quiero agradecer a todos los que estamos viviendo el reto de rezar el rosario durante todo este mes de octubre, San Josemaría Escriba decía que: El Santo Rosario es un arma poderosa. Empléala con confianza y te maravillarás del resultado (Camino, 558). Esta confianza al rezar se manifiesta en creer en la poderosa intercesión de la Virgen María ante cualquier problema o dificultad por el cual pasemos. El rezo de esta poderosa oración nos ayuda a ser más fuertes en la fe.
Finalmente, agradezco sus muestras de cariño y sus felicitaciones el pasado viernes 18, día de mi cumpleaños, Dios les bendiga, les he tenido y les tengo en mis oraciones; también les pido que me tengan en sus oraciones y que también oren por mi ministerio sacerdotal; estoy muy contento de ser su pastor y de estar en esta parroquia. Les agradezco su apoyo y les pido me ayuden a seguir guiando esta parroquia de acuerdo a la voluntad de nuestro Señor; sepan que en mis imperfecciones y mis faltas trato de hacer lo mejor que puedo para acercarles más a Dios. De nuevo, mil gracias por su caridad para con migo, sepan que les quiero mucho. Que el corazón inmaculado de María a quien nos hemos consagrado nos ayude a seguir trabajando por nuestra santidad. Les tengo en mis oraciones.
Que Jesús y María les bendigan.
P. Alex