Carta del Pàrroco | trigésimo tercer domingo del Tiempo Ordinario

Posted on noviembre 15, 2024 View all Carta del Párroco

Queridos parroquianos, 

Este domingo el evangelio da mucho para pensar y aplicarlo a nuestra propia vida. En primer lugar, en la cruz de la moneda, encontramos la descalificación de los ricos. Pero en este caso no se trata de ricos en dinero sino de ricos en un fanatismo desmedido de su religión y  tradiciones. Me explico: se trata de aquella gente que se siente satisfecha de sus conocimientos religiosos y de sus prácticas religiosas. Y que, igual que a los ricos en dinero les encanta que se les reconozca y que se reverencie su «categoría», también a estos «ricos en religión» les encanta que se les tenga como los mejores, que se les reverencie muy especialmente, que se les reserve las primeras filas. Es su orgullo y ¡ay! de los se atrevan a tratarles como simples ciudadanos normales.

También, nosotros siempre peligramos de caer en esta tentación. Es posible que no seamos conscientes de ello, que la revistamos con diversas vestimentas, pero es necesario reconocer que es muy fácil detectar en muchos cristianos este orgullo de creerse mejores que los demás, de querer que ello se nos reconozca públicamente, que se nos trate como si fuéramos de una categoría privilegiada que no admite ni críticas ni bromas. Debemos ser sencillos como la viuda, que de forma invisible para la gente a su alrededor abre su corazón y da todo lo que tiene, volviéndose en ese momento visible y grandiosa directamente para Dios. Debemos de imitar a esta humilde mujer, que sin ser reconocida por los hombres se vuelve grande para Dios, dar a Dios todo es ganarlo todo. 

En septiembre, realizamos una encuesta para solicitar su opinión sobre el trabajo que realizamos en las diferentes áreas de la parroquia. Me ha llevado algo de tiempo, pero finalmente he terminado de revisar los resultados. 

Primero quiero expresar mi profundo agradecimiento a todos los que respondieron a la encuesta. Esto demuestra que ustedes se preocupan por nuestra parroquia por haberse tomado el tiempo para completar la encuesta. En general, las respuestas me animaron. La mayoría de las preguntas recibieron respuestas muy positivas. No hubo ningún ámbito en el que se expresara un patrón de preocupación, lo cual me alegró comprobar.

Sin embargo, algunos de los comentarios (seré sincero) me resultaron difíciles de leer. Muchos fueron muy críticos y un poco duros. Entiendo estas frustraciones y comparto muchas de ellas, la mayoría de ellas no están a mi alcance poderlas cambiar, otras simplemente las herede. Agradezco la confianza que tienen para compartir sus comentarios sinceros.

No puedo prometer que podré responder todas las preguntas e inquietudes, pero puedo prometer que tomaré en serio sus comentarios y los llevare a mi oración personal. Para lograr muchos de los cambios deseados expresados ​​en la encuesta, más feligreses deben involucrarse en la vida y desempeño del trabajo en la parroquia, particularmente en roles de liderazgo. Les pido por favor que oren también por esta intención. 

Por favor oren también para que, como familia parroquial, podamos renovarnos en alegría: feligreses antiguos, feligreses nuevos y todos los demás. Las expresiones de alegría son un gran acto de servicio a su párroco, a nuestro dedicado personal parroquial y a sus compañeros feligreses. La alegría es el “pegamento” que nos acerca más y más a Dios. Gracias nuevamente por su respuesta a nuestra encuesta parroquial.

Te tengan una feliz semana. 

P. Alex