Carta del Párroco | Duodécimo Domingo del Tiempo Ordinario

Posted on junio 21, 2024 View all Carta del Párroco

Queridos Parroquianos, 

El próximo martes 25 de junio se cumplen 4 años de mi llegada a esta parroquia, cuatro años de ser su párroco. Viendo hacia atrás me doy cuenta que el tiempo pasa rápido. Durante este tiempo he tratado de hacer y dar lo mejor para el enriquecimiento de la parroquia. Como recordaran, llegue en medio de la pandemia, casi todo estaba cerrado y restringido, no pude conocer a prácticamente la mayoría, todos estaban en casa y puedo decir que hasta el día de hoy muchos aún no han regresado. Algunos líderes de los ministerios y grupos no continuaron y eso hizo más difícil el reiniciar en la post-pandemia.  

Me gustaría resaltar lo positivo y en lo que hemos avanzado durante este tiempo, en el área de infraestructura, se mejoró el templo parroquial, nuevos confesionarios, se ilumino con nuevas luces el presbiterio y se le hizo una limpieza profunda, se cambió el techo y se pintó, se instaló un nuevo sistema de sonido y se han instalado cámaras de seguridad dentro del templo, se limpió y se reconstruyo la sacristía casi por completo; entre otras cosas que ustedes mismos han visto; al mismo tiempo se reconstruyo completamente Hannan Hall entre otros logros, todo esto se ha hecho con las generosas donaciones que se han recibido de ustedes a través de la Campaña Capital, estoy muy agradecido por su esfuerzo y su gran apoyo. 

Ahora bien, la pandemia dejo muchas heridas y rupturas, como dije anteriormente, en la parte pastoral aún hay mucho que hacer y mucho por lo cual debemos de trabajar. Como su párroco una de mis grandes preocupaciones es el área pastoral, (sé que la administración es esencial pero esa la llevamos muy bien con el apoyo del Consejo de Finanzas y los asesores financieros a los cuales agradezco su apoyo y su sabiduría en esta área). Mi gran sueño es reconstruir la parroquia pastoral y espiritualmente, y para lograr eso debemos de trabajar caminando por la misma dirección y esa dirección no es nada más ni nada menos que centrando nuestra mirada en Jesús y en Su evangelio, algo en lo que hasta ahora no hemos avanzado y nos hemos estancado. 

Mi visión para la parroquia está basada en tres grandes áreas: 

Pastoral Litúrgica: La liturgia es el ejercicio del sacerdocio de Cristo (SC, 7). La finalidad del sacerdocio de Cristo es ofrecer el sacrificio espiritual agradable al Padre (1Pe 2, 5). Por sacrificio espiritual entendemos toda la vida hecha en docilidad al Espíritu de Cristo (LG, 34). «Para llevar a cabo obra tan grande, Cristo está siempre presente en su Iglesia, principalmente en los actos litúrgicos. Esta área se enfoca en la formación, crecimiento y entendimiento de la vida sacramental de todos, basada en la oración, la celebración  y vivencia de los sacramentos, a través de los ministerios parroquiales (Lectores, Ujieres, Ministros Extraordinarios, Sacristanes, Música litúrgica, monaguillos) y todos los que están involucrados en el culto divino. 

Pastoral Profética: Este ministerio profético debe nutrirse de la Palabra de Dios en la Biblia, leída e interpretada en la Iglesia y celebrada en la comunidad» (SD, 33); en la Tradición, cuya alma es el Espíritu Santo (LC, 33) y que, con la Sagrada Escritura, constituye los cimientos del pueblo de Dios (LG, 38); y en el Magisterio, «que bajo la asistencia del Espíritu Santo interpreta auténticamente la Tradición y la Escritura» (DV, 10; LC, 38). La pastoral profética supone un proceso: suscitar la fe, hacerla madurar e integrarla en la comunidad donde se vive y actúa. Se realiza a través del primer anuncio o kerigma, la catequesis y la acción profética dentro de la comunidad. 

Pastoral Catequética: La catequesis es una actividad fundamental de la Iglesia y, como toda actuación pastoral, está sujeta a reflexión y revisión con el fin de redescubrir su verdadera naturaleza en el momento social y eclesial en que se realice. Valgan como avance en este sentido las siguientes palabras del Papa: «Espero que todas las comunidades procuren poner los medios necesarios para avanzar en el camino de una conversión pastoral y misionera, que no puede dejar las cosas como están» (EG 25). Enmarcar la catequesis dentro del proceso evangelizador de la parroquia y, consecuentemente, que los catequistas y los líderes de los grupos y ministerios tomen conciencia que no se trata de una acción aislada y desconectada de las otras actividades pastorales, de la pastoral de conjunto.

Después de tocar estos puntos, que para mí son fundamentales, les pido que tomen conciencia de la vocación universal a la cual todos estamos llamados, no podemos continuar siendo una parroquia pasiva o estancada; mi sueño es que seamos una parroquia en salida, que se levante y que vaya hacia afuera y evangelice, que se comprometa y salir de conformismo de ser parroquianos de misa y confesión y comencemos a conocer más sobre nuestra fe y sobre los retos que el mundo moderno esta ofreciendo hoy día; estos retos solo los podremos superar conociendo más nuestra iglesia e involucrándonos más en esta comunidad de fe, llamada “Reina de los Apóstoles” 

Como sacerdote y como párroco estoy muy contento de estar aquí, han sido cuatro años de trabajo intenso pero satisfactorio, de retos y de logros, de sueños y de realidades, de trabajar con muchos de ustedes que aman esta parroquia como ahora mismo yo lo hago. Ahora después de este tiempo solo puede decir, Gracias por su apoyo y ayúdenme a seguir creciendo con ustedes. Recuerden “La mies es mucha, y los obreros son pocos” (Mt.9, 37-38) debemos de ser esos obreros que faltan en este camino de evangelización. 

Feliz semana a todos, les tengo en mis oraciones. 

P. Alex